EL PROGRAMA DE LOS G.A.F.
Lo que sigue no es EL programa anarquista, pero sí es UN programa anarquista; para precisar, es el programa de los Grupos Anarquistas Federados (G.A.F.) aprobado por la Asamblea del 20-21 de marzo de 1976.
Este programa, que nace de un decenio de experiencias y discusiones comunes, no es otra cosa que la expresión esquemática, pero orgánica, de un modo de entender hoy el anarquismo en Italia y de interpretar la realidad socio-económica contemporánea, aun cuando determinados puntos teóricos y algunos aspectos generales del análisis tienen ciertamente una validez más amplia en el tiempo y en el espacio. Algunos temas fundamentales, como, por ejemplo, los principios intransigentemente igualitarios y libertarios, la coherencia entre medios y fines, etc., son patrimonio teórico e histórico del anarquismo y en cuanto tales no contingentemente ligados a situaciones o a convicciones particulares.
Ellos son comunes a cualquier interpretación del anarquismo y por consiguiente los presentamos en este programa.
Este documento programático, en coherencia con su génesis, quiere mantenerse “abierto” no solo a modificaciones y precisiones en la parte analítica, subsiguientes a cambios estructurales objetivos o a profundizaciones teóricas, sino también a enriquecimientos y rectificaciones de la parte operativa por nuevas experiencias y aportes. Vale decir, como lo es en la praxis de los G.A.F., que deberá ser continuamente verificado y periódicamente confirmado o rectificado.
LA ORGANIZACION DE LOS G.A.F.
El acuerdo federativo de los G.A.F. es estrictamente esencial y refleja en esto la simplicidad organizativa de la federación. Lo que distingue las modalidades organizativas de los G.A.F. de otras federaciones anarquistas es, de hecho, la ausencia de cualquier “cargo” más o menos fijo, más o menos representativo; la misma vida de la federación se basa deliberadamente más sobre acuerdos que sobre reglas preestablecidas. El hecho que el articulo 14 prevea la modificación del acuerdo federativo en todos sus puntos es una prueba de la elasticidad atribuida por los G.A.F. a la propia forma organizativa.
En un ámbito similar asumen particular importancia las iniciativas autónomas a las que hace referencia explícita otro artículo (7), iniciativas siempre promovidas por los militantes de los G.A.F. con plena autonomía, por tanto sin ningún tipo de oficialidad ni representatividad, con relevantes ventajas en términos de la agilidad decisoria y de la extensión del ámbito operativo. Ha sido este el caso de la CRUZ NEGRA ANARQUISTA, entre 1969 y 1972, que se ha ocupado de la defensa político-legal y de la contrainformación relativa a los episodios de provocación-represión, desempeñando un papel principal para el movimiento en momentos cruciales, al lanzar las campañas nacionales por Pinelli y Valpreda. Es también el caso de A - RIVISTA ANARCHICA (del 71 a hoy), de la redacción-italiana de INTERROGATIONS (desde el 74), del COMITE ESPAÑA LIBERTARIA (entre 74 y 76), de la nueva gestión de las Ediciones ANTISTATO (desde el 75) y del C.D.A. (CENTRO DE DOCUMENTACION ANARQUISTA, desde 1976).
Estas iniciativas no han sido nunca programáticamente presentadas como iniciativas “oficiales” de los G.A.F.; por el contrario, se ha preferido en todo instante colocarlas como posibles instrumentos a disposición del conjunto del movimiento anarquista. A esta lógica corresponden los numerosos convenios y asambleas abiertas que en tomo a dichas iniciativas se han realizado (por ejemplo, las asambleas nacionales de A). La función organizadora — o al menos de agrupamiento — de estas iniciativas debe ser tenida presente para comprender el papel "unitario" de los G.A.F. en el ámbito del movimiento anarquista de lengua italiana.
Son de subrayar también aquellas experiencias de organizaciones locales, en las que los G.A.F. han tomado a menudo parte activa, tendientes a coordinar y hacer más eficaz el trabajo de distintos grupos territoriales pero no necesariamente afines.
Una observación para concluir: las modalidades organizativas de los G.A.F. reflejan también los "limites" numéricos y geográficos de su implantación (Italia septentrional). Un incremento substancial de estos dos factores plantearía a la federación nuevos problemas, más la elástica forma organizativa de la misma deberá permitir afrontarlos.